Ejerciendo de princesa

En estos ultimos dias, no habia salido mucho de mi habitacion, el deber habia sido poco, por lo que solamente salia la guardia fisica para ir, a mi nunca me divertian esos trabajos tan poco gratos, solamente cuando se presentaba un ejercito de neofitos o la oportunidad de una gran matanza podia ir, pero regularmente, eso era un hecho casi imposible. Me aburria, Alec se habia perdido, hacia dias no lo veia....a decir verdad, lo extrañaba. Demetri, Chelsea, y los demas tambien andaban desaparecidos, hasta los amos estaban fuera de mi vista, me habia aislado en mi mundo solamente. Decidi salir un rato, tal vez a cazar, la sed me estaba matando. Senti como un fuego abrazador me quemaba la garganta cuando pense en la sangre correr por mis manos. Cogi mi capa de color grisaceo oscuro y me encamine hacia fuera, dejando con Gianna el recado que saldria por unos momentos. Caminaba entre las masas de cuerpos humanos por la Plaza de Volterra, cuando un olor sutilmente familiar me llego, era mi princesa Athenadora, de eso no habia duda. La pregunta era ¿que hacia ella fuera de la torre? ¿Acaso Demetri ni Felix podian hacer bien su trabajo de proteger a cada una de las princesas?. Debia ir en su proteccion, no se sabia que podia pasar en Volterra, y menos con una princesa rondando por aqui. Me subi a los techos y persegi el aroma, hasta que la encontre vagabundeando por ahi. Con suma elegancia, me encamine hacia ella, escondiendome entre las sombras, fuera de los ojos humanos.
- Mi princesa - salude con tono cortes cuando estuve lo suficientemente cerca para que nadie mas oyera - lo lamento, pero este no es un lugar seguro para usted, tendre que acompañarla. - explique colocandome la capucha para ocultar mi rostro.